REFLEXIÓN SOCIAL | DEDICADA A HOMBRES
En Puerto Rico y muchos otros lugares, se ha hecho común escuchar que los hombres quieren "demostrar que tienen más fuerza (más coj#*%@$) que otros". Que "no se dejan", que "tienen más valor"… como si el valor de un hombre se midiera por cuán duro habla, por cuán fuerte pega, o por cuantas malas palabras utiliza cuando habla.
¿Pero sabes qué?El que de verdad es fuerte, no tiene que estarlo gritando.El que sabe quién es, no necesita probarlo a nadie.Muchos están peleando por respeto sin darse cuenta de que lo tienen: "fueron creados a imagen y semejanza de Dios." Pero si lo tuvieran que ganar, se ganaría con dominio propio, con madurez y con carácter humilde. La humildad no es debilidad, no es estupidez, no es ser pend*@%#$.
El respeto no se gana con violencia, no con gritos, y mucho menos con un orgullo elevado con chiringa; que el viento hace volar olgada y firme, pero que de pronto hace caer derechita al suelo con fuerza, sin que nadie lo pueda evitar.
“El hombre paciente es mejor que el valiente; el que domina su espíritu, que el que conquista una ciudad.” – Proverbios 16:32La próxima vez que tú, hombre, sientas la necesidad de demostrar "cuán hombre eres", recuerda esto: Ser hombre no es imponerte… es saber cuándo callar, cuándo ceder, y cuándo guiar con sabiduría.
Comparte esto en tu página, si entiendes que necesitamos educar y re-educar las nuevas y hacer reflexionar a las presentes generaciones de hombres… para que sean no más fuertes, sino más sabios.
"Instruye al niño en su carrera: Aun cuando fuere viejo no se apartará de ella." (Proverbios 22:6)